Federico, Federico:
escucha cómo te cantan
los muchachos en la escuela,
las aguas de tu Granada.
Todos celebran tus versos
de nardo y luna de plata,
de verde luna moreno,
predestinado a la parca.
Todos conocen tu nombre
por poeta y por España,
por tu genio y por tu muerte
que no repica en campanas,
sino en tierra de un barranco,
triste barranco en Granada,
abismo negro del mundo,
eco eterno, vil balada.
Federico, Federico:
escucha tu voz intacta.
Isabel A.M.MIRALLES