Es igual el lugar donde te halles,
poco importa que yo viva en el sur
o que viaje hacia el norte por capricho
o que un rayo de sol me descoloque
entera y sin aviso por el este.
Da igual que los rosales precipiten
sus nubes de colores al oeste.
Yo siempre estuve allí
o lo estaría o acaso lo estaré
y tal vez coincidamos
o nos revele el aire simplemente,
ese don misterioso de lo ingrávido
que acredita la vida y la suprime.
No importa, sencillamente no importa
ni siquiera el sentido de los pasos,
ni el volumen de voz de los oráculos.
Al norte de mi anhelo te descubro
y es un rayo perpetuo que hipnotiza
la suma de mi aliento y la esperanza.
Siempre nos encontramos en la luz.
Isabel Ascensión M.Miralles
