
Prólogo al libro «De Amor y Sexo» autor Juan Antonio Rubio por Isabel Ascensión Martínez Miralles
PRÓLOGO AL LIBRO” DE AMOR Y SEXO “ .- AUTOR: JUAN ANTONIO RUBIO
Hay palabras que, por el solo hecho de pronunciarlas, o incluso de pensarlas, nos evocan toda la historia de la humanidad. Y como quiera, que, según un principio universal, el todo está en la parte y la parte, en el todo, también nuestra propia historia personal o biográfica, la intrahistoria presente en cada uno de los aconteceres, momentos y lugares, en el ámbito de nuestra familia y círculos sociales y de amigos, en las historias llegadas a nosotros a través de diferentes medios (lecturas, confidencias, noticias, discursos, sermones, películas, cotilleos…)
Nadie en el mundo puede librarse, para bien o para mal, de esta doble influencia que ejercen el amor y el sexo sobre la persona y la vida misma.
De la misma manera, pocos conceptos han suscitado tanta y tan variada polémica a lo largo de los tiempos.
En nombre del amor, se han cometido las mayores heroicidades y también las más abyectas atrocidades.
Amor y sexo han ido casi siempre de la mano, aunque siempre hubo distinciones entre uno y otro, como si el primero perteneciese a una especie aparte, siendo el segundo relegado, al menos en nuestra tradición judeo-cristiana, a las funciones propias de la procreación y al mundo básico de los instintos y sus desahogos, más o menos legales, según los casos.
Siempre hubo diferentes clases de amor, según los más prestigiosos estudiosos del tema, ostentando el primer lugar, por su excelencia y altruismo, el amor maternal, por supuesto, al margen de todo interés sexual. T
Y sin embargo sabemos que, en toda relación amorosa, por más sublime y exaltada que sea, puede existir la sombra del egoísmo que conduce al miedo, o viceversa; la arista simulada del poder que juzga y castiga, convirtiéndose en el invisible látigo que algunos califican, sencillamente, de vínculo.
El autor de este libro, sexólogo de profesión, aunque su formación académica y su actividad abarcan también otros campos, nos conduce hábilmente por los intrincados vericuetos que jalonan ese sentimiento compartido por la pareja, que, aun en diferentes versiones, recibe , no obstante, el mismo nombre, amor.
A pesar del tiempo y la distancia, es inevitable percibir los ecos de Platón en todo análisis sobre el amor. No en vano se ha dicho que la metafísica de Platón es una metafísica del Eros.
Y es que el amor, para Platón, no es sino un anhelo de inmortalidad El amor anhela poseer un bien con la intención de que dure eternamente, lo que en el plano físico no alberga mayor trascendencia, sin que sea esto poco, que la que se deriva del acto de la procreación. Lo que ocurre es que, para el filósofo, la fecundidad que facilita el amor no queda referida exclusivamente al aspecto biológico, sino que tiene su analogía en el alma, lo que daría lugar a las diferentes manifestaciones del arte, el pensamiento o la voluntad.
En esta obra, “De amor y de sexo”, la fecundidad está presente en toda la vasta extensión de la palabra, entendida aquella como la manifestación libre y sin prejuicios de un sentimiento universal, el amor, que, en cada ser y en cada pareja, se expresa de diferente forma, mostrándonos su autor, a través de su experiencia y profesionalidad, la existencia de unos principios clave, entre los que se encuentran el respeto y la libertad, los cuales, y a pesar de todas las posibilidades existentes, han de ser invitados de honor en toda relación que se precie.
El sexo aquí deja de ser tabú para mostrarse en todo el esplendor de su naturalidad más plena, lejos ya de aquellas antiguas premisas que lo condenaban sin paliativos, si no era única y exclusivamente enfocado a la función reproductora y siempre dentro del matrimonio.
Por eso decíamos antes que en este libro se hace presente la fecundidad, ya que fecunda y gratificante es , no solo su exposición, sino las múltiples manifestaciones de estas dos grandes potencias , amor y sexo, a través de la creatividad que sus protagonistas son capaces de llevar a cabo en la experimentada visión de su autor, Juan Antonio Rubio.
Es necesario aprender a amar porque el mundo necesita más verdad y menos fraude. Y el alma, también.
Es necesario encontrar ese nexo o punto de intersección que devuelva a Eros su condición de mediador entre el mundo de las ideas y el mundo de las formas o cosas materiales. Porque todo es un camino en la vida, un camino de aprendizaje hacia lo mejor y más perfecto. Y cada persona, cada amante, cada pareja ha de recorrer el suyo propio.
“ De amor y de sexo” es luz para ese camino ineludible en el encuentro con el otro y consigo mismo, aunque la contundencia del refranero español nos martillee con aquello de que “el amor es ciego”.
Isabel Ascensión Martínez Miralles
Fundadora presidente del Certamen Internacional de Literatura basada en valores “Concha de luz”
Delegada cultural en Murcia del Liceo Poético de Benidorm
Organizadora en Murcia del Festival Internacional “Grito de mujer”
Ex presidente de la Asociación de Escritores y Poetas de la Región de Murcia